El guayaquileño de 41 años, que cuenta con la beca de Solidaridad Olímpica a través del Comité Olímpico Ecuatoriano, recientemente cosechó medallas de oro y bronce en dos eventos en Líbano e Islandia, como parte de su preparación en busca de su segunda clasificación olímpica a los Juegos de Invierno Beijing 2022.
“Después de la participación en Pyeongchang 2018 yo pensé que podía mejorar aún más mi rendimiento en el esquí y siendo el único representante de Ecuador decidí seguir entrenando para tratar de conseguir una segunda clasificación a los Juegos de Invierno”, detalló Klaus desde una habitación de hotel en Australia, donde cumple una cuarentena de 14 días siguiendo los protocolos de bioseguridad para ingresar al país oceánico, donde radica por sus estudios.
Jungbluth dice sentirse con más experiencia que antes, lo que le ayuda para ganar confianza y tener un mejor desempeño en competencias sobre nieve. “En este periodo olímpico a diferencia del anterior tengo un entrenador que ha empezado desde el inicio del ciclo, eso me ha ayudado mucho a tener un plan de entrenamiento más estructurado, y siento que eso ha permitido mejorar en la parte técnica y física… Incluso los resultados que he obtenido últimamente indican que mi preparación ha sido mucho mejor”, apuntó.
Para esta ocasión el sistema de clasificación olímpica de esquí rumbo a Beijing 2022 cambió respecto al ciclo anterior. Mientras antes solo bastaba con tener los mejores puntajes en cinco carreras específicas; ahora es necesario abrir el cupo para el país en campeonatos o carreras que determine la Federación Internacional de Esquí (FIS). “Una vez que uno le abre el cupo al país, ya se aplica la regla anterior de tener cinco resultados positivos en carreras específicas y así se clasifica”, explicó.
El objetivo es mejorar el nivel competitivo, así mientras en una nación un atleta abre el cupo, deberá disputarlo con sus coterráneos para que solo el mejor llegue a la instancia olímpica. “En mi caso como yo soy solo, yo tengo que abrir el cupo y yo mismo hacer todo para clasificar”.
Por ello, desde 2019 Klaus empezó a acumular puntos participando en el Campeonato Mundial en Austria y en otras competencias europeas. Entre enero y febrero de 2020 intervino en carreras de Europa y Estados Unidos hasta que se cancelaron los eventos por la pandemia. En diciembre del año anterior se preparó en el Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento de Esquí de Fondo en Finlandia por un mes y al siguiente entrenó en Italia. En febrero compitió en el Campeonato Mundial de Esquí Nórdico Oberstdorf 2021 en Alemania.
Aunque no estaba en sus planes participar en otros certámenes, su visa de estudiante le dificultó el retorno a Australia, por lo que tuvo que realizar una documentación extra estando fuera. Mientras completaba el proceso, decidió aprovechar el tiempo y participar en otros torneos.
Fue así como llegó al Campeonato Nacional de Islandia, donde alcanzó el tercer lugar en esquí de fondo; y el Abierto Internacional de Líbano, ubicándose primero y tercero en el podio de dos pruebas de sprint 1.2 km.
“Estos resultados me ayudan mucho para seguir avanzando en el camino de la clasificación. En estos momentos terminó mi temporada, ya estoy de regreso a Australia y aquí empezaré mi nueva preparación para lo que se viene. Si hay competencias en Australia serán en julio y agosto, y luego pensar ya en partir hacia Europa a fines de noviembre o diciembre, de ya tener la clasificación solo sería prepararme o si no hacer alguna última carrera para sellar el boleto”.
A la fecha Klaus contabiliza tres resultados positivos tanto en larga distancia como en sprint, lo que le da muy buenas sensaciones para clasificar en las dos modalidades. El ecuatoriano es un claro candidato para pelear por uno de los 144 cupos que tiene en disputa la FIS.