Alberto Miño: “Todo esto se lo resume en una sola palabra que es esfuerzo, constancia total”

Alberto Miño: “Todo esto se lo resume en una sola palabra que es esfuerzo, constancia total”

Alberto Miño alcanzó un cupo olímpico histórico para Ecuador en el Clasificatorio Latinoamericano a Tokio 2020, que se desarrolló en Rosario, Argentina, convirtiéndose en el primer mesotenista tricolor en la rama masculina que participará en unos Juegos Olímpicos.

Días después de la hazaña y una vez de vuelta en Alemania, país donde reside, ‘Tito’ se dio tiempo para analizar el difícil encuentro en el que se impuso 4-3 ante el cubano Jorge Campos en semifinales y dejó atrás el fantasma del Preolímpico a Río 2016, en el que no pudo clasificar.

“Es algo que viene desde los Juegos Olímpicos anteriores, estoy super contento por haberlo logrado, por liberarme de ese peso. Esto se da solo cada cuatro años, me preparé de la mejor manera en todos los ámbitos, tanto en la parte psicológica, nutricional, física, técnica-táctica, en todo sentido para representar y ganar ese cupo. Pienso que seguramente todos los jugadores se han preparado de la mejor manera y han sufrido bastante para llegar a estas instancias, creo que también es un premio al esfuerzo, estamos en Tokio…”, comentó Miño.

El encuentro fue muy disputado, cada punto, cada movimiento, pues se trataba de la última chance para clasificar. Alberto ya había caído en cuartos de final en la primera llave ante uno de los mejores jugadores del torneo, el chino nacionalizado dominicano Jiaji Wu. En la segunda logró convertirse en finalista derrotando a Campos.

“Este torneo no se lo disfruta para nada, uno no puede dormir, no puede comer, siente mucha presión, el ambiente es muy tenso… Tienes que esperar al siguiente día para ir viendo las clasificaciones, entonces es como mucha agonía se podría decir, eso me pasó la vez anterior (Preolímpico a Río 2016), ahora ya sabía como era esta clase de torneos y me preparé de la mejor manera… Sentía una confianza única… No se me dio en la primera llave, pero en la segunda sí y pude clasificar”.

No obstante, estuvo a tres match point de perder el partido en el cuarto set. “Él (Campos) tenía tres puntos de ventaja, estaba a 10-7 para ganar a 11”, recuerda.

Previo al encuentro Miño cuenta que vivió un momento complicado, pues su entrenador, el húngaro Krisztian Nagy, quien ya se había recuperado de COVID-19 varias semanas atrás, dio positivo en uno de los test que se hicieron durante la competencia. Ante esto, el ecuatoriano tuvo que salir sin su entrenador al último juego, debido a las disposiciones de bioseguridad. Según el jugador nacional, la organización le informó luego que todo se había tratado de un “falso positivo”.

Tito se sintió en desventaja. “Intentamos hacer videollamada pero por la música de fondo, los espectadores, no se podía escuchar, la conexión era mala; me dio un poco de desesperación, eso fue una de las razones principales por las que él (Campos) se me fue arriba en los tres sets, pero luego de eso le dije al entrenador no te escucho, preferible juego solo, entonces cerramos la videollamada y ahí fui a matar o morir y comencé a gritar cada punto, a concentrarme de la mejor manera y llegó el 10-7 cuando ya a él le faltaba un punto, yo estaba tan concentrado que no sentí el miedo a perder. Estaba tan concentrado en la táctica que debía a hacer, que creo que por eso lo saque adelante…”.

Normalmente un partido de tenis de mesa dura de 30 a 40 minutos, esté superó la hora y media, “fue una batalla campal”, como la cataloga Miño. Al final el marcador quedó 4-3 (11-2, 5-11, 6-11, 8-11, 11-8, 13-11, 12-10) a favor del ecuatoriano.

Desde entonces las llamadas y mensajes de felicitación han llovido en su celular. “Mensajes de todo el mundo, tuve mis dos días de fama creo (ríe), pero super contento porque es la primera vez que se gana un cupo olímpico en la rama masculina de tenis de mesa, antes había clasificado María Patricia Cabrera, entonces super contento por dejar el nombre de Ecuador en alto, poder lograr esta meta personal que la tenía desde hace mucho tiempo”.

Aunque aún no ha planificado con exactitud su preparación hasta Tokio, Miño espera continuar su entrenamiento en Alemania, y de ser posible prepararse junto a la selección de ese país. Lo importante es que ya está entre los 64 mejores del mundo que clasifican a Juegos Olímpicos: “Todo esto se lo resume en una sola palabra que es esfuerzo, constancia total”.