“Mi entrenador Luis Chocho me enseñó que nunca hay que rendirse”

“Mi entrenador Luis Chocho me enseñó que nunca hay que rendirse”

Claudio Villanueva volvió a despertar la admiración y descarga de aplausos en un evento del Ciclo Olímpico. Las calles de Sapporo en Japón fueron testigos de la entrega de este guerrero que jamás se rinde ante las adversidades, hoy lo demostró en Tokio 2020+1.

En la despedida de los 50 km marcha de los Juegos Olímpicos (en París se correrá 35 km), Claudio arribó último a la meta, en el puesto 47, tras una competencia dura, marcada por el intenso sol, la humedad y si bien la temperatura oscilaba en 31 grados, la sensación térmica era de 37.

El marchista azuayo no arribó en su mejor tiempo, 4:53:09, 1:03:01 después del ganador el polaco Dawid Tomala (3:50:08). Paradójicamente, el mejor tiempo de Claudio impuesto este año en Sevilla, España, es de 3:47:56, un crono que hoy le hubiera dado medalla.

“Estaba para la medalla”, señalaba mientras el equipo médico lo llevaba a la zona de recuperación luego de cruzar la meta. “Pero la pierna no me daba”.

Y es que hace algunos meses Claudio se lesionó en un entrenamiento. Pensando que iba a mejorar, no comunicó a nadie, ni a la Federación Ecuatoriana de Atletismo, ni al Comité Olímpico Ecuatoriano. A todo esto, el repentino fallecimiento de su entrenador Luis Chocho, pocos días después de que el marchista clasifique a Juegos Olímpicos, lo tumbó anímicamente.

“En febrero puse la marca para Juegos Olímpicos, después él COVID se lo llevó a mi entrenador y eso me afectó mucho, porque a Lucho lo consideraba mi familia, vivimos muchos momentos. Después vinieron lesiones, una rotura en el isquiotibial, bursitis, tendinitis en mis dos rodillas, eso me afectó mucho hacer una buena preparación, pero no comuniqué mis problemas a nadie, quería solucionarlos solo, sin embargo, se me fue de las manos”, reconoció.

Una vez Claudio comunicó la situación, el COE se puso en contacto con su equipo médico liderado por el doctor especializado en medicina deportiva Pablo Sarmiento. Después de realizar una serie de exámenes y determinar la lesión, se implementó una intensa rehabilitación que comprendía dos jornadas diarias en Guayaquil. El COE corrió con todos los gastos, hospedaje y alimentación. “Se contrató a un fisioterapista para que realice una terapia especial durante la noche donde Claudio se hospedaba”, detalla el Dr. Sarmiento.

“Cuando vi que se me estaba yendo de las manos ahí comunico, y se pone a trabajar el Dr. Pablo Sarmiento, del Comité Olímpico, me traté por mes y medio en el COE… Me recuperaron, pero competir hoy en Juegos Olímpicos fue muy duro, ya que tengo molestias en mi pierna izquierda y en mis dos rodillas. No quiero hacer problema, ni críticas, sino quiero agradecer al Comité Olímpico, a Federación Ecuatoriana de Atletismo, al Ministerio del Deporte, mis empresas que confiaron en mí y no me abandonaron”, explica Claudio.

Desde entonces el equipo médico del COE, así como su presidente Augusto Morán han estado pendientes de él, en su rehabilitación, lo que le permitió llegar a competir en Juegos Olímpicos.

Sin embargo, la exigente prueba reavivó los estragos de hace pocos meses y desde el kilómetro 12 Claudio ya notaba una molestia en su pierna que le impedía moverse con comodidad.

“Hoy fue un día duro, competir con una sola pierna, se hizo complicado avanzar a la velocidad de los demás ya que soñaba en alto, venía con buena marca, soñaba con una medalla y darle un homenaje a Luchito. Quedé en último lugar, pero a mí me sirve de mucho ya que me levantaré más fuerte para el próximo año…”.

Villanueva luchó hasta el final, y no le importó ser el único en seguir en competencia, cuando todos los atletas ya habían culminado la prueba, otros 10 se retiraron y dos fueron descalificados. Tal como lo hizo en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, donde su hazaña le permitió celebrar en el podio con bronce, hoy los espectadores que se dieron cita muy temprano por la mañana en el Parque Odori en Sapporo no dejaron de mirar y aplaudir al campeón panamericano de Lima 2019 hasta que cruce la meta.

Mientras la organización le acercaba una silla de ruedas para que se sentara, Claudio señaló hacia el cielo y quiso tener un momento a solas, porque esa participación la dedicaba a su fallecido entrenador, el padre de la marcha en Ecuador.

“Desde arriba desde el cielo, mi entrenador Luis Chocho me enseñó que nunca hay que rendirse. Mi padre me decía, lo que empieces tienes que terminar, mi madre vendiendo frutas en el mercado para sacarme adelante, mi esposa viéndole como cuida a mis niños. Santi, mi hijo, un niño con parálisis cerebral y ceguera, cada día va mejorando más. Joaquín mi otro hijo también me motiva, son mis inspiraciones. Los 17 millones de ecuatorianos que me apoyaron gracias”.

Claudio no se rinde, está seguro que se recuperará y estará el próximo año en el Campeonato Mundial de Atletismo en Oregon (Estados Unidos) dando más alegrías al país. Por su parte el Comité Olímpico Ecuatoriano continuará apoyándolo, el atleta será sometido a una resonancia magnética para determinar el grado de su lesión y aplicar el tratamiento correcto, considerando que ya cuenta con mucho más tiempo para llevar a cabo su recuperación.

Así Tokio 2020 deja una enseñanza de inspiración, valores y olimpismo, nada menos que con el ganador del premio al Espíritu Olímpico del 2017, Claudio Villanueva, como protagonista.

En la competencia también participaron los ecuatorianos Andrés Chocho y Jhonatan Amores, quienes terminaron en los puestos 19 y 27 respectivamente. Chocho venía en una excelente posición hasta antes de la última vuelta del circuito, tratando de buscar la medalla o el diploma olímpico. Sin embargo, entró en la zona del pit lane y fue penalizado. Al final llegó en 3:59:03. De su parte Amores, de apenas 22 años, completó un tiempo de 4:05:47.