Emilio Gómez se apoyó emocionalmente en sus compañeros para recuperarse, y con la gran tarea de los doblistas y el joven Guillén, Ecuador pudo dar un paso clave.
El Montecarlo Country Club, sede de históricas batallas en el tenis moderno, fue el escenario en el cual Ecuador dio un paso muy importante en la Copa Davis. Combinando presente y futuro, el equipo de Raúl Viver logró una resonante victoria de visitante sobre Mónaco, y disputará el repechaje para ascender al Grupo Mundial I.
Emilio Gómez y los doblistas Gonzalo Escobar y Diego Hidalgo forman parte de los jugadores establecidos. Álvaro Guillén, de 20, y Andrés Andrade (21) son la generación del recambio. Se necesitó de un equipo solidario para pasar el test en la arcilla de Montecarlo.
Guillén dio la nota al ganar su primer partido de Copa Davis, con un esfuerzo de tres horas para vencer a Valentín Vacherot por 3-6 7-6 (4) 7-6 (4) mostrando un aplomo inusual a su edad en los puntos decisivos.
Luego llegó el drama, con la caída de Gómez frente a Lucas Catarina. El hijo del campeón de Roland Garros Andrés Gómez no llegaba a la serie en un buen momento, después de superar dolores en la cadera, pero decidió viajar a Montecarlo para recuperar buenas sensaciones. No pudo comenzar la serie de la mejor manera.
“No era fácil la decisión de viajar: el cambio de superficie, ir y volver a Estados Unidos, pero como fue un año malo en lo personal, y la Copa Davis siempre me ha dado mucho y ha sacado lo mejor de mí, quise jugarla. El equipo me necesitaba
En dobles, Ecuador no partía como favorito, pero Gonzalo Escobar y Diego Hidalgo firmaron una cómoda victoria 6-4,6-2 sobre la dupla Romain Arneodo-Hugo Nys, que inclinó la balanza a favor de los sudamericanos.
“El doble me dio una confianza enorme para salir a la cancha y rendir como normalmente rindo. Hubo mucho nervio, pero el equipo me ayudó mucho para que en la adversidad saque lo mejor. El abrazo con ellos fue un agradecimiento por haberme puesto en esa situación una vez más”, comentó Gómez, quien hoy aparece 185° en el ranking de individuales, tras su victoria sobre Vacherot (6-1, 1-6, 6-1), que cerró la serie y le permitió alcanzar su triunfo N° 20 en la Copa Davis.
Según contó Emilio, hubo un cambio importante: en el primer partido probó unas raquetas nuevas, y en el segundo regresó a las anteriores y se sintió con mayor confianza.
Ecuador, que había descendido al Grupo Mundial II en febrero al perder 3-1 ante Grecia, jugará en febrero un play-off para ascender al Grupo Mundial I. Con un equipo que combina experiencia y juventud, hay condimentos para confiar.
FUENTE: Copa Davis
