Previo al combate por la final, la karateca Valeria Echever, medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, sumó dos triunfos y una derrota en la ronda eliminatoria del Grupo A bajo la modalidad “todos contra todos”.
Y dentro de esos triunfos se destacaba el alcanzado en su debut sobre la mexicana Guadalupe Quintal, con un apretado 5-4; además de la derrota ante la canadiense Lyli-rose Nolet 3-8, y la victoria sobre la estadounidense Kelara Madani por 6-3, en su orden…
Ya en la etapa semifinal 1 se impuso categóricamente a la dominicana Pamela Rodríguez por 11-6, perfilándose como favorita para alzarse con el podio, más aún si debía enfrentar a la rival que venció en el inicio de la jornada por la división +68 Kg. Kumite.
“Estaba con mucha confianza pero lamentablemente hay cosas que te complican y ese es el juego en el karate, ganas o pierdes por decisiones…”, la reflexión de la vicecampeona panamericana en Santiago cuando se le consultó si las decisiones de los árbitros generaron dudas…
Y de inmediato el consuelo al señalar que “de todas formas estoy feliz porque he conseguido una medalla de plata que para mi vale oro por todo lo que viví y me sacrifiqué para llegar a estos juegos… Lo importante es que disfruté este logro”.
Valeria se refiere a los seis meses que vivió en Perú en campos de entretenimientos, el luchar y recuperarse para estar casi en un 100 % después de una doble lesión de rodilla y hasta muchas veces ‘rogar’ por apoyo para la preparación…
Pero todo esto queda atrás “cuando tienes el apoyo de tu entrenador (Roberto Reina), de mi amiga Priscilla Lazo quien además de atenderme como fisioterapeuta fue mi sparring en los entrenamientos, y mejor aún porque lo viví con mis familiares que llegaron a Santiago para apoyarme”.
Valeria no se quiso despedir sin dejar una dedicatoria especial… “Quería ganar la medalla de oro para dedicársela a un compañero deportista como Israel Barona que ya no está entre nosotros, pero esta de plata también va para él con mucho cariño y respeto…”.